Siembran en mi güertu

martes, 5 de junio de 2012

Lucía se moja los pies


Era la primera vez que se acercaba a mojar los pies a la playa, cuarenta años habían sido muchos, esta vez ni su San Pedro ni sus plegarias habían podido ayudarla; la esperanza se desvanecía un poco más cada día…, Lucía debía retomar sus propios cuidados, ahora con la sal acariciando sus tobillos pensaba en la de veces que Mateo la había sacado de la cama para llevarla a enfriar su maltrecha circulación sanguínea.
Pensaba… - Mateo aun estará en la cama, hasta las siete no lo despertarán…-
Hasta las diez no estará con él, ahora es ella la que le refriega las piernas con alcohol de romero y lo peina y lo acicala esperando que un día cuando llegue al hospital recuerde su nombre…

3 comentarios:

chanclas dijo...

Coño con la vida, Xurde! Que fugaz es la puñetera.
Ayer, casi ayer, los 2 paseaban por la arena hablando de hijos. Un poco mas aca, de nietos y achaques. Y apenas anteayer se cogian de la mano y se miraban a los ojos buscando en el fondo el brillo que les hacia sentirse únicos.
Bella historia, amigo.
Un abrazo.

Caba Robletto dijo...

Cuanta experiencia existe en tu escrito, y cuanta sensibilidad comentas, y es que la figura de la "joven" Lucia, su pensamiento y preocupación, rebasa el horizonte y se va, se va alla al fondo...

Abrazos (lucia) Ramón.

XuanRata dijo...

Recuerdo y olvido, flujo y reflujo de la vida que el mar, en la orilla, representa para nosotros.
En la inmensidad de ese encuadre y en esa historia mínima, otra representación: la del cariño, esa forma cotidiana del amor.
Un abrazo, Xurde.

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