Estas navidades llenaron de mostachos mi casa y tuve la grandísima
suerte que un hada madrina me contase la historia de Movember, me emocionó
saber que hay un mundo de conciencia para los temas de salud del género
masculino.
El fin de semana desayune con mi tacita nueva y ayer caté un
vino reflexivo y sé que a partir de ahora cada vez que beba tendré recuerdos
por partida doble… Los reyes fueron mágicos, y dejaron estigmas de los que no
me desharé mientras viva.