
Este fin de semana estuve en Bilbao, como visita obligatoria tenía el
Guggenheim y todos los restaurantes y "
chigres" que me diese tiempo a catar de tantos como me apuntó mi compañero
Carlinos. Cuando bajaba por la pasarela que une el puente La Salve con el paseo del
Nervión escuché unos acordes de “
The Joy Of Life” de
Kenny G que hacia tiempo que no oía. Bajo nosotros el músico había escogido un banco frente a un muro de hormigón con el que conseguía una acústica extraordinaria. Tiré varias fotografías esperando a que pasase alguien que le diera un poco de movimiento, al día siguiente paseando por el puerto de Castro
Urdiales volví a encontrarlo. Le tiré otras fotos, charlé con él unos segundos, le mostré la foto que tenia de él junto al
Guggenheim y me marché con la pena de no haberle hecho un primer plano tocando. Dudo que tenga la suerte de
reencontrarlo…pero quién sabe.