
En la orilla de una charca, donde los juncos nacen el lo húmedo para mecerse secos al aire, allí donde el fango y el cieno cultivan seres misteriosos y mudables, allí habitaba una preciosa libélula, volaba y se posaba sobre los nenúfares, se deslizaba juguetona entre los manglares en la pacífica vida de su charca.
Un día en su vuelo matutino, las nubes cubrieron el cielo y un fuerte viento se levanto a su paso sobre los juncos altos, fue secuestrada por el aire, el fuerte viento del norte la alejo de su charca para llevarla a una pradera, una zona descampada, lejos de su entorno, lejos del agua,... todo el suelo estaba cubierto de hierba, los juncos aquí eran pequeñas margaritas, los nenúfares grandes flores; margaritas, pequeños cardos y miles de colores llenaban el campo repleto de flores silvestres. Allí vió que la pradera estaba habitada por unas libélulas muy extrañas, con grandes alas de colores que volaban con el viento lánguidas y sutiles, se movían con orgullo y con rapidez,… paró sobre un pensamiento e instantes después una majestuosa y hermosa Macaón aterrizaba a su lado, la libélula, admirada por sus preciosos colores le dijo, - amiga libélula, ¿cuál es tu procedencia? ¿de donde has sacado esas maravillosas alas?- La Macaon muy elegante la miró directamente a sus ojos enrejados y le dijo…
- Querida, no soy una libélula, soy una mariposa y antes que mariposa fui una oruga, una oruga gorda y fea, todos los habitantes de la tierra sentían repulsión al verme, y jamás se paraban a admirar mi belleza,… en cambio tu querida, has sido una larva preciosa, has conocido los secretos de las profundidades de una charca antes de convertirte en lo que eres, y tus alas, tus alas reflejan el sol en iridiscentes colores, en tus alas querida esta el arcoiris, nunca se te olvide hermosa, yo he nacido con estos colores, pero en ti están todos y cada uno de ellos y además varían a cada segundo que pasa, CREETELO, ERES PRECIOSA.
Y la libélula, voló loca de contenta esperando que otro trozo de viento la arrastrase nuevamente a su charca para poder contar a sus amigas lo preciosas que eran…