Hoy os saludo,
os abro la puerta.
Os invito a que asaltéis
las paredes de mi fachada,
descolgaros e invadirme
de ternura y felicidad.
Dejaros deslizar
por los poros abiertos de amor
que envuelven mi sonrisa.
Esperar pacientes, no hay prisa,
difundir mi regocijo,
negro sobre carmín,
sal y carmesí…
Y tintar de negro refinado y selecto
las secuelas de un luto pretérito,
remoto…
…Bienvenidas lágrimas