Todos tenemos una sombra guerrera, un alma que lucha en la
oscuridad, lucha porque la dejen ser luz, por ganar volumen a los ojos… yo cómo
no, también la tengo, la amanso con lágrimas, con abrazos amigos, con
tertulias, con paseos y con baños de luna…
Mi sombra guerrera es muy fuerte, se muestra con vehemencia
y ocasionalmente puede con la luz… tiene un corazón noble, no se acobarda, lucharía
hasta morir si se diese el caso. Ahora reposa en la espesura de las nubes que
la encarcelan…, espera atenta a que vuelva el sol a liberarla.