Me agrada como le gustas al sol,
luciendo el otoño de tu vello, como perdiste el miedo al dolor y
descansas en el verde estrato quemante, como sigues sonriendo con la
canela de tus labios y como vuelas sin prisa, sin esperas, viviendo
en tu dulce compás, dejando que el viento te vuelva a posar en un
nuevo manto.
Me gusta cuando vuelas; aunque revela
que mis ojos no te siguen, me gusta cuando vuelas...