
Pesco emociones en mi río de infancia, recuerdos de aquel espacio de deseada soledad en la zona oriental de Asturias, en el río Cabra.
La película “El río de la vida” me transporta directamente a aquellos días junto a la presa del Nuevu y el molino de mi abuela. Mi padre era albañil y no sacerdote como el de Norman y Paul pero puedo asegurar que siento como los Maclean junto al Big Blakfoot y desgrano todas esas emociones entre familia, religión y pesca … donde parece que nunca se dicen las cosas importantes sino que se sienten.
En mi río el aprendizaje de vida era constante… descubrí los rincones, las raíces donde las truchas se escondían, donde se cebaban e incluso a valorar situaciones de pesca dependiendo del agua que llevase el río y de la climatología del momento. Si quería llevar una trucha para casa, sólo debía quitarme el pantalón, mojarme y atraparla! No dudo que muy a disgusto de los pescadores puristas pero poseía aquella habilidad y la osadía suficiente de meter la mano bajo las piedras buscando las agallas de un pez.
En mi relación con el río…en ocasiones un tanto mística, muchas veces reflexioné para mis adentros “cerca del Cabra nunca moriré de hambre”.
Los días de sol podía respirar la luz … en más de una ocasión cuando volvía a casa de pescar y en una zona frondosa orientada al sur, pasaba por un pozo, un sitio precioso; los árboles lo tenían anegado a la sombra pero la luz se colaba con fuerza buscando con dificultad el fondo. Entonces, me desnudaba, pasaba por encima de las rocas que generaban la corriente y me lanzaba a aquel vacío. Qué sensación de libertad! Metía la cabeza bajo el agua y gritaba a la oscuridad… no se podía ser más feliz! Momentos de felicidad que con el paso del tiempo se escapan de las manos como el agua.
Creo que todos tenemos un río de la vida donde fluyen los acontecimientos, el mío es sencillo, intenso y me gusta compartirlo.
A mi hermano Juan… su mano cercana me salvó de perecer en aquel río donde por primera vez me bañé!
El Río de la Vida, película basada en los cuentos biográficos de Norman Maclean, dirigida por Robert Redford, 1992.
9 comentarios:
Ya te lo dije una vez: Me gusta como escribes, es otra bonita forma de fotografiar el mundo.
Besos
No sólo no morirías de hambre ... sino vivirías intensamente! Tienes un corazón precioso Xurde ... sigue sintiendo así y no dejes de compartirlo!
Soy un poco miedosa con el agua, aunque soñé con ser sirena muchas veces ... su abismo me puede pero te aseguro que leyéndote casi he podido saltar a ese pozo de luz, casi ...
En cuanto al collage, CONGRATULLATIONS ... tiene fuerza, mucha vida y lo mejor ... cuenta una historia!
La dedicatoria chulísima ... vamos, que me hechizó tu recuerdo, casi ni se nota, eh?
Un abrazo amigo, sigue así! Muacc
Muy bueno el collage de las cuatros fotos. Si combinan de una manera ideal
Cómo me gusta este modo de presentar las fotos ...!!!
Me encanta eso y todo el resto de tu post!!
Hermanin, eres todo un poeta, no se podia expresar mejor esas sensaciones que mas de uno sentimos y recordamos de nuestra infancia, esas sensaciones que por mucho tiempo que pase siguen incrustadas en un recodo de la memoria y a menudo apareden como una corriente y nos transportan a la infancia vivida dentro y fuera de ese rio indescriptible, que tu consigues describir tal como se siente. Gracias por hacer que la corriente de mi memoria se desboque durante un largo tiempo. Te quiero.
· Precisamente hoy hablaba yo de aquel mi río donde creo que nunca conseguí pescar una trucha con una caña y un tenedor... Todos tenemos nuestro río de la vida.
Buena serie de fotos para buenos recuerdos.
· Saludos
CR & LaMiradaAusente
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gracias por tu visita y comentario, que si bien goza de exageración me ha encantado
La serie resulta de lo mas cinematográfica, y además no transmite nostalgia sino presente que no perece.
Preciosas, Xurde.
Xurde, no sabia que también escribías.
No se por que me sorprendo.
Un beso
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